COMENTARIO DEL FRAGMENTO DE LA PRIMERA ÉGLOGA DE GARCILASO: ¿QUIÉN ME DIJERA ELISA VIDA MÍA?
¿Quién
me dijera, Elisa, vida mía,
cuando
en aqueste valle al fresco viento
andábamos
cogiendo tiernas flores,
que
había de ver, con largo apartamiento,
venir
el triste y solitario día
que
diese amargo fin a mis amores?
El
cielo en mis dolores
cargó
la mano tanto
que
a sempiterno llanto
y
a triste soledad me ha condenado
y
lo que siento más es verme atado
a
la pesada vida y enojosa,
solo,
desamparado,
ciego,
sin lumbre en cárcel tenebrosa.
Nos
encontramos ante un texto literario de carácter lírico,
perteneciente a la poesía mística, concretamente estamos ante un
fragmento de la I Égloga de Garcilaso de la Vega. La égloga es una
manifestación de la queja de amor del poeta, mostrada mediante
pastores, que representan al ser humano en su estado más natural;
estos pastores se encuentran en una naturaleza idealizada. Garcilaso
encarna los valores renacentistas al completo, para muchos es el
ideal renacentista de hombre honesto y humilde. Nació en Toledo en
torno al año 1501 en el seno de una honrada familia.
El
tema principal de la égloga son las penas y quejas de amor que sufre
el amado hacia su amada. Como tema secundario, englobamos la relación
que hace Garcilaso con la naturaleza de su amada
Al
analizar la estructura del poema, podemos diferenciar tres partes. La
primera parte abarca los versos 1 a 6, en ella se hace referencia al
pasado que juntos han vivido. En la segunda parte, dicha ocuparía
los versos 7 a 0, en ella se queja de lo que "el cielo" le
ha condenado. Finalmente, en su tercera parte, versos 11 a 14, se
describe sus sentimientos.
Con
respecto a la métrica podemos decir que que este fragmento está
compuesto por catorce versos tanto endecasílabos como heptasílabos.
Su rima es consonante y presenta la siguiente estructura:
ABCBaCcddEEFeF. Dichas características (el número de versos y la
estructura rítmica) pertenecen claramente al tipo de estrofa
denominada estancia.
Si
nos centramos e los aspectos de contenido de esta obra, podemos en
primer lugar aclarar que el fragmento lo recita Nemoroso, quien
representa a Garcilaso y es él quien se lo cuenta al otro pastor que
se encuentra junto a él, Salicio. Dicho fragmento está dedicado a
Eliseo, amada de Garcilaso.
Dentro
del nivel fonético no ha sido posible localizar ningún tipo de
figura retórica.
Con
respecto al nivel léxico semántico, en lo que a categorías
gramaticales se refiere, en las dos primeras partes del poema,
encontramos los verbos en pretérito, mientras que en la última y
tercera parte, se encuentran todos en presente; con esto el autor nos
quiere decir que en las dos primeras partes se lamenta de lo que ya
ha pasado, mientras que en la tercera nos dice lo que él
siente justo en el momento de redactar la obra.
Centrándonos
en los campos semánticos encontramos en la primera parte un campo
relacionado con la idealizada naturaleza (flores, valle, viento...),
sin embargo, en la segunda y última parte del fragmento se encuentra
relacionada con los sentimientos y estados de ánimo (desamparados,
condenado, llanto, dolores...).
Haciendo
referencia a las figuras retóricas podemos encontrar en los versos
7a 8 un ejemplo de personificación, debido a que el cielo es incapaz
de cargar la mano y hacerte llorar.
Al
analizar el nivel morfosintáctico podemos encontrar en él una
pregunta retórica en toda la primera parte del poema, es decir, en
los versos 1 a 6.
También
hay varios epítetos: en el verso 2 "fresco viento"; en el
verso 3 "tiernas flores"; en el 4 "largo apartamento";
5 "solitario día; en el 6 "amargo fin"; en el verso 9
"sempiterno llanto"; en el 10 "triste soledad" y
en el 12 "pesada vida".
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